Como ir al tigre fuera de casa (guia practica)
Procedente de Uma Freak
Queridos amigos, niñas y niños... Puede que forméis parte de ese colectivo de universitarios y opositores varios que puebla nuestras facultades y bibliotecas. Es bastante probable que tengáis que dedicar gran parte del día a vuestra labor (en mi caso, la gran mayoría del año paso entre 8 y 13 horas entre la biblioteca de mi facultad y la Biblioteca-Discoteca General). No soy un ratón de biblioteca, ni mucho menos. Digamos que, en lo que a mi respecta, las circunstancias obligan.
Bueno, no nos desviemos del tema. Si tienes que pasar muchas horas en la facultad, no es raro que desayunes e incluso almuerces en ella. Por ello, la aparición de cierta necesidad fisiológica no va a ser en absoluto descartable. Claro que, o al menos así lo veo yo, una cosa es echar una meadita, y otra muy distinta sentarse en el trono. Hombre, cierto es que como hacerlo en casa no hay nada, tanto por tranquilidad como por limpieza como por otra serie de circunstancias que no vamos a detallar, pero una cosa es descargar en un pub del centro un viernes noche o en una gasolinera de Algeciras en plena Operación Estrecho (aviso: comparación en relación a número de sujetos que hacen uso de los servicios, no a la raza ni costumbres de dichos individuos) que utilizar los aseos de nuestra universidad (excepción hecha de los baños de la Biblioteca-Discoteca General, que a estos efectos contabiliza como pub).
Aún así, algo podemos hacer para sentirnos como en casa. O al menos, para evitar el contacto de nuestras nalgas con la blanca porcelana (o la igualmente blanca tapa, eso depende del tamaño de nuestras posaderas). Este HOW-TO nos va a servir para ello, con el uso de un periódico gratuito. Y todo detallado con fotos, para que veais que Justin Vented se lo toma en serio.
Pasos:
1) Elegir el periódico. Depende enteramente de vosotros. Hay una gran oferta de esta prensa, incluso podéis usar periódicos de pago, teniendo en cuenta una premisa: el ABC queda excluido por cuestiones de formato (no por otra cosa).
2) Sin abrirlo, practicamos un corte similar al de la imagen inferior, aunque, a decir verdad, difícilmente lo haréis peor. Pero captáis la idea, ¿no? Lo importante es que el papel sobrante del centro del periódico lo tiréis a la papelera, no a la taza. Que si no, me enfado.
3) Abrir el periódico, colocarlo sobre la tapa haciendo que coincidan el orificio practicado en el mismo y el homólogo de dicha tapa. Parece que nos hemos colado con el agujero, ¿verdad? Ya veréis como no. Palabra del niño Jesús. Procedemos a doblar, en primer lugar sujetando los dobleces bajo la tapa, en proximidad a las bisagras. Después doblamos en el otro extremo, cubriendo la porción de tapa que nos quedaba visible con el periódico y pinzando los dobleces bajo dicha tapa .
4) Ya tenemos listo nuestro protege-culos, y podremos sentarnos sin miedo a que nuestra delicada piel contacte con restos urinarios de algún conocido. Como procedimiento opcional, y, dependiendo de la idiosincrasia de cada uno, quede la posibilidad de echar un poco de papel higiénico al agua, con la finalidad de que amortigue la caída de... Bueno, ya me entendéis. A todo el mundo le ha pasado, es parecido a cuando estás en una piscina y alguien se zambulle al lado, hay salpicaduras. En este caso, la víctima es el ojete, y a mi personalmente no me gusta esa sensación. Pero vosotros podéis hacer lo que os plazca, ¿eh?
5) Ahora tocaría sentarse en el baño y castigar un poco la porcelana (o mucho, según). De esto no hay foto. Si queréis imágenes ilustrativas, os buscáis la vida. A mi no me preguntéis. Para eso está el Emule.
Como no ponemos foto del punto 5, ponemos el resultado final
6) Lo importante, a la hora de finalizar, es que tiréis todos los papeles a la papelera, para evitar que el retrete se atore. Si no me haces caso en esto, espero que un dia te cagues encima mientras buscas un baño, porque todos en los que hayas entrado estuvieran averiados. Sería una bonita regresión a la infancia esa, ¿eh amigo?